¿Te has sentido traicionado,
herido, enojado o frustrado cuando tu hijo te miente?
La verdad es que mentir es un
problema de comportamiento normal infantil. Por supuesto que tienes que abordar
el problema, pero para los niños no es un
defecto de carácter y no es un problema de moralidad.
Sin embargo, para
resolver un problema, tus hijos mienten
y en vez de solucionar su problema subyacente, tu hijo te miente al respecto.
Por ejemplo, si tu hijo no completó la tarea, resuelve ese problema mintiéndote
y te dice que la hizo.
Si tu hijo no llega a casa antes a
la hora debida, te miente con una excusa o te dice dónde estaba o con quién
estaba. Cuando tu hijo te miente, lo hace
para evitar consecuencias en vez de enfrentarlas.
Yo creo que los niños mienten
porque no saben cómo resolver problemas y por miedo a las consecuencias. Nuestro
trabajo como padres, es enseñarles a nuestros hijos cómo resolver esos
problemas de manera más constructiva. A veces eso significa abordar la mentira directamente. Pero otras veces significa
abordar el comportamiento subyacente que hizo que la mentira parezca necesaria.
En esta lección te explico las diversas
razones por las cuales los niños mienten y cómo manejar situaciones específicas
de mentiras.
Los niños mienten para evitar
problemas
Frecuentemente, los niños
mienten para evitar problemas. Digamos que se han metido en un aprieto porque
hicieron algo que no deberían haber hecho, como romper una regla o no hicieron
sus quehaceres. Si no tienen otra salida, en lugar de sufrir las consecuencias,
mienten para evitar meterse en problemas.
En mi opinión, debes de
tomarte el tiempo y decirle que necesitas hablar con ellos en un lugar separado
y asilado para que otros no oigan la
conversación. Le preguntas, enfatizo, “le preguntas”, ¿Qué te previno no terminar tu quehacer? Permaneces callado hasta que te conteste y no
importa lo que conteste, le preguntas, ¿crees
que eso es aceptable? Y de nuevo
permaneces callado hasta que te conteste.
“Cuando te conteste tu hijo, ya sabrás como proseguir con la situación”
Los niños mienten para
separarse de sus padres
Al estar creciendo, los niños
usan la mentira para mantener su vida separada de sus padres, por la forma como
los padres los tratan o por vergüenza de cómo actúan. A esto se le llama individuación y es bastante normal.
Por otra parte, los niños inventan mentiras innecesarias
sobre cosas que parecen triviales. Y, por supuesto, también mienten cuando
piensan que las reglas de la casa son demasiado estrictas y deciden
desobedecerlas. Fíjate en el siguiente ejemplo:
Supongamos que a tu hija de 16 años no le permites usar maquillaje, pero todas sus
amigas usan maquillaje. Un día te das cuenta que ella lo usa afuera de la casa
y te miente al respecto. ¿Qué harías?
¿Cómo tratarías esta situación?
Debes de entender que tus
hijos te mienten para que creas que siguen tus reglas y poder hacer cosas
típicas de una niña adolescente.
Los niños mienten para establecer identidad
Tus hijos te mentirán para establecer una identidad, no importa si es falsa.
Esto se puede usar para
impresionar a sus compañeros, tal vez en respuesta a la presión de grupo. También es posible que tu hijo le mienta a sus
compañeros sobre las cosas que dice que ha hecho (que no ha hecho) para que
parecer más impresionante. Esto no es raro y has de conocer adultos que todavía
lo hacen de una forma u otra.
Los niños mienten para llamar la atención
Cuando tu hijo es pequeño y sus mentiras son irrelevantes,
su comportamiento puede ser su forma de llamar la atención. Esto es normal.
Los niños más pequeños
también inventan historias durante el
juego imaginativo. Comprende que esto no
es mentira, sino más bien una manera de que ellos utilizan su imaginación y
esto es un comienzo a darle sentido
al mundo que los rodea.
Entonces, cuando tu hijo pequeño dice: "Mami, acabo de ver a Santa volar por
la ventana", creo que es muy diferente de un niño mayor que dice: "Terminé mi tarea", cuando él
no lo ha hecho.
Los niños mienten para evitar dañar los
sentimientos de los demás
En algún momento, la mayoría de las personas aprenden a no
decir la verdad para no herir los
sentimientos de otras personas. Por ejemplo, si alguien te pregunta si te gustan
sus zapatos nuevos y no te gustan, le podrías decir: "Oye, te quedan geniales" en lugar de ser completamente
honestos.
Pero los niños no tienen la misma sofisticación que los
adultos, por lo que a menudo les resulta más cómodo mentir. Este tipo de
mentira es un primer paso para
aprender a decir algo con más cuidado.
De hecho, les enseñamos a nuestros hijos a mentir cuando decimos: "Dile a la abuela que te gusta el
regalo, si le dices que no, puedes lastimar sus sentimientos".
Tenemos una razón justificable: no queremos herir los
sentimientos de alguien que se ha esforzado a ayudarnos. Sin embargo, todavía
estamos enseñándoles a nuestros hijos cómo evitar
la verdad. Y de nuevo, esto es normal.
Mentir en los niños no suele ser un problema
moral
Yo pienso que cuando los
niños mienten sea un problema moral, pero depende de la edad. Por lo tanto,
creo que es imperativo no tomarlo
personalmente si tu hijo te miente.
De hecho, la mayoría de los
niños no mienten para lastimar a sus padres. Mienten para evitar una
consecuencia. La parte importante para ti como padre, es abordar el comportamiento detrás de la mentira. Si
lo tomas personalmente, probablemente estés enojado
y molesto y es probable que no estés enfocando
con el comportamiento que lo condujo a la mentira.
Un ejemplo: Digamos que tu hijo
no hizo su tarea, pero él te dijo que sí. Cuando descubres que está mintiendo y
lo confrontas, él confiesa y explica que estaba jugando deporte con amigos
después de la escuela, y es por eso que no hizo su tarea.
Al darte cuenta, como padre tienes
que tomar una decisión sobre dos puntos. O concentras en el hecho de que tu hijo le mintió, o puedes
concentrarte en el hecho de que no completó
su tarea.
¿Por cuál de las 2 decidieras? Cuando se trata de estas
situaciones con tus hijos, tienes que tomar decisiones en el momento o posponer
la decisión, ¿Cuál crees que sea mejor?
Te recomiendo que concentres
en el comportamiento subyacente, “en el
que no completó su tarea”. A medida que tu hijo mejore su comportamiento,
la razón por mentir desaparecerá. De ahí
en adelante, no necesitará mentir más.
Al contrario, si reaccionas gritándole a tu hijo sobre
la mentira, o porque te sientes
traicionado o te faltó el respeto, no podrás hablarle de lo importante y tu
hijo se cerrará. Y no podrás lidiar con el problema real de tu hijo
asegurándose que termine su tarea.
Ten en cuenta, que al estar
tu enojado y frustrado por la mentira de tu hijo, no lo van ayudar a cambiar su
comportamiento de no hacer la tarea y ese fue el motivo, que lo hizoa mentir.
Así que mentir no es estrictamente una cuestión moral; es un problema de poder
solucionar el problema. Mentir es un
problema de falta de habilidades y un problema de evitar consecuencias. Tu
hijo no miente porque es inmoral; está mintiendo porque no sabe cómo hacer su
tarea a tiempo.
Entiende que la mayoría de
los niños saben la diferencia entre lo
correcto de lo incorrecto, ese es el motivo cual están mintiendo. No
quieren meterse en problemas por lo que han hecho, y están usando la mentira
para resolver sus problemas.
Eso significa que nuestros
hijos necesitan mejores habilidades para resolver cualquier problema y es
importante que empieces ayudarle en su habilidad para resolver cualquier
problema. Esto se puede lograr con establecer consecuencias efectivas que ayuda a tu hijo cómo resolverlos.
Elige tus batallas: concéntrate en las
mentiras serias
Cundo nos dimos cuenta que
nuestros hijos estaban mintiendo, empezamos a separar las mentiras serias, de
las no serias. Las mentiras más serias pertenecen al comportamiento inseguro,
ilegal o arriesgado.
Así que te recomiendo, que
elijas tus batallas y te concentres en las mentiras serias.
Por ejemplo, escuchaste a tu hija decirle a su amiga: "Oh, me gusta ese vestido", y luego en el auto, le dice: "No me gustó ese vestido". Puedes decidir hablar con tu hijo sobre esta
contradicción, o puedes abordarlo, si no
ocurre frecuentemente.
Pero si mienten sobre algo arriesgado,
ilegal o inseguro, debes abordarlo inmediatamente. Pero si se trata de
conductas sexuales riesgosas, drogas u otras actividades dañinas, es posible que debas buscar ayuda de un
profesional.
Así que elige tus batallas y concéntrese en lo que es importante.
Qué hacer si atrapas a su hijo en una
mentira
Si atrapa a tu hijo en una
mentira seria, te recomiendo que no
reacciones de inmediato. En cambio, envíelo a su habitación para que pueda
calmarse. Habla con tu pareja o un amigo o familiar de confianza y elabora un
plan. Esto te da tiempo para pensar
en cómo manejar la situación.
Recuerda, cuando respondes
inmediatamente sin pensar, te puedes arrepentir
por tu reacción inefectiva. Así que date un poco de tiempo para planear como
tratar la situación.
Al hablarle, no discutas con
tu hijo sobre la mentira. Solo menciónale lo que viste y lo que fue obvio.
Puede ser posible que sepas la cual fue la razón de la mentira, pero
eventualmente, tu hijo podría ponerte al
tanto. Nuevamente, indícale los comportamientos que viste.
Ser específico sobre el comportamiento
mentiroso
Cuando hables con tu hijo,
debes ser específico sobre lo que viste y cuáles son los problemas. Expresa tus
intenciones con calma y de manera práctica:
Puedes mencionarle: “Si
continuas mintiendo sobre la tarea, esta será la consecuencia”. ¿Recuerdas cuál
es la consecuencia cuando te sales en la noche sin permiso?
Recuerda, tiene que ser una
consecuencia que vas ejecutar.
También mantén tu mensaje simple y entendible por tu hijo. Concéntrate en el
comportamiento y pregúntale, ¿Qué ocurrió
que hizo necesario mentir?
Lo importante es que quieres
identificar el problema por el que tu hijo estaba pasando, para saber porque te
mintió.
Sé directo y específico. La
intervención en sí misma debe ser rápida y directa. No lo aturdas con un dialogo largo, porque no te va a poner
atención. Especialmente si ya pasaron por lo mismo anteriormente.
Tómate el tiempo para escuchar a tu hijo
Cuando tu hijo está tratando
de resolver un problema, es probable que el cree que mintiendo sea la solución.
Asegúrate de preguntarle, que es lo que le está ocurriendo. Permite que te explique, escuchándolo.
Inicialmente es probable que
tu hijo no esté listo en compartir lo que le pasa.
Puede que no esté lista para
hablar contigo sobre esto inicialmente. Por lo tanto, mantente abierto a escuchar
cuál es el problema de tu hijo. Es importante darle confianza para que se abra contigo.
Pero si tu hijo no está
listo, no lo presiones. En cambio, simplemente reitérale que estás dispuesto a
escucharlo cuando quiera hablar. La clave es ser paciente.
Una palabra sobre el pensamiento mágico
Ten en cuenta que los niños
y adolescentes son propensos a participar en pensamientos mágicos. Esto quiere
decir que tu hijo tiene pensamientos mágicos, cuando se convence de que sus mentiras son ciertas. Esto se da
porque tu hijo no quiere creer que es un mentiroso.
Por ejemplo, cuando a un niño lo cachan fumando en la escuela y dice, "No, yo no
estaba fumando", aunque el humo todavía está en el aire. Ese es un
pensamiento mágico. Lo interesante es que cuando eres niño, crees que mágicamente, si sigues
mintiendo una y otra vez, será verdad.
Además, si su hijo cree que
le creíste algunas mentiras, comenzará a pensar que siempre le van a creer. Lo peor es que sus mentiras son más
frecuentes y absurdas.
Pero es tu trabajo como
padre decirle a tu hijo de manera práctica lo que tu siente sobre su mentira.
Reconoce la mentira, pero da la
consecuencia por el comportamiento, no por la mentira.
Conclusión
Entiende que la mayoría de
los niños no van a mentir para siempre.
Por lo general, los niños no
mienten arbitrariamente; tienen una razón por lo cual lo hacen, no importa si está equivocada la razón. Tu
hijo sabe lo correcto de lo incorrecto, pero
simplemente a veces elige mentir.
Solo recuerda, que tu hijo está tratando de resolver un
problema de manera ineficaz. Nuestro
trabajo es enseñarles formas
apropiadas y efectivas para resolver problemas y entrenarlos durante estos años
confusos. Con el tiempo, pueden aprender a hacerlo sin mentir.
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