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¿SABES PORQUE TE MIENTEN TUS HIJOS? Como Lidiar Con Las Mentiras De Niños y Adolescentes


¿Sabes Porque Te Mienten Tus Hijos?

¿Te has sentido traicionado, herido, enojado o frustrado cuando tu hijo te miente?

La verdad es que mentir es un problema de comportamiento normal infantil. Por supuesto que tienes que abordar el problema, pero para los niños no es un defecto de carácter y no es un problema de moralidad.

Sin embargo, para resolver un problema, tus hijos mienten y en vez de solucionar su problema subyacente, tu hijo te miente al respecto. Por ejemplo, si tu hijo no completó la tarea, resuelve ese problema mintiéndote y te dice que la hizo.

Si tu hijo no llega a casa antes a la hora debida, te miente con una excusa o te dice dónde estaba o con quién estaba. Cuando tu hijo te miente, lo hace para evitar consecuencias en vez de enfrentarlas.

Yo creo que los niños mienten porque no saben cómo resolver problemas y por miedo a las consecuencias. Nuestro trabajo como padres, es enseñarles a nuestros hijos cómo resolver esos problemas de manera más constructiva. A veces eso significa abordar la mentira directamente. Pero otras veces significa abordar el comportamiento subyacente que hizo que la mentira parezca necesaria.

En esta lección te explico las diversas razones por las cuales los niños mienten y cómo manejar situaciones específicas de mentiras.

Los niños mienten para evitar problemas

Frecuentemente, los niños mienten para evitar problemas. Digamos que se han metido en un aprieto porque hicieron algo que no deberían haber hecho, como romper una regla o no hicieron sus quehaceres. Si no tienen otra salida, en lugar de sufrir las consecuencias, mienten para evitar meterse en problemas.

En mi opinión, debes de tomarte el tiempo y decirle que necesitas hablar con ellos en un lugar separado y asilado para que otros no oigan la conversación. Le preguntas, enfatizo, “le preguntas”, ¿Qué te previno no terminar tu quehacer? Permaneces callado hasta que te conteste y no importa lo que conteste, le preguntas, ¿crees que eso es aceptable?  Y de nuevo permaneces callado hasta que te conteste.

“Cuando te conteste tu hijo, ya sabrás como proseguir con la situación”

Los niños mienten para separarse de sus padres

Al estar creciendo, los niños usan la mentira para mantener su vida separada de sus padres, por la forma como los padres los tratan o por vergüenza de cómo actúan. A esto se le llama individuación y es bastante normal.

Por otra parte, los niños inventan mentiras innecesarias sobre cosas que parecen triviales. Y, por supuesto, también mienten cuando piensan que las reglas de la casa son demasiado estrictas y deciden desobedecerlas. Fíjate en el siguiente ejemplo:

Supongamos que a tu hija de 16 años no le permites usar maquillaje, pero todas sus amigas usan maquillaje. Un día te das cuenta que ella lo usa afuera de la casa y te miente al respecto. ¿Qué harías? ¿Cómo tratarías esta situación?

Debes de entender que tus hijos te mienten para que creas que siguen tus reglas y poder hacer cosas típicas de una niña adolescente.

Los niños mienten para establecer identidad

Tus hijos te mentirán para establecer una identidad, no importa si es falsa.
Esto se puede usar para impresionar a sus compañeros, tal vez en respuesta a la presión de grupo. También es posible que tu hijo le mienta a sus compañeros sobre las cosas que dice que ha hecho (que no ha hecho) para que parecer más impresionante. Esto no es raro y has de conocer adultos que todavía lo hacen de una forma u otra.

Los niños mienten para llamar la atención

Cuando tu hijo es pequeño y sus mentiras son irrelevantes, su comportamiento puede ser su forma de llamar la atención. Esto es normal.

Los niños más pequeños también inventan historias durante el juego imaginativo. Comprende que esto no es mentira, sino más bien una manera de que ellos utilizan su imaginación y esto es un comienzo a darle sentido al mundo que los rodea.

Entonces, cuando tu hijo pequeño dice: "Mami, acabo de ver a Santa volar por la ventana", creo que es muy diferente de un niño mayor que dice: "Terminé mi tarea", cuando él no lo ha hecho.

Los niños mienten para evitar dañar los sentimientos de los demás

En algún momento, la mayoría de las personas aprenden a no decir la verdad para no herir los sentimientos de otras personas. Por ejemplo, si alguien te pregunta si te gustan sus zapatos nuevos y no te gustan, le podrías decir: "Oye, te quedan geniales" en lugar de ser completamente honestos.

Pero los niños no tienen la misma sofisticación que los adultos, por lo que a menudo les resulta más cómodo mentir. Este tipo de mentira es un primer paso para aprender a decir algo con más cuidado.

De hecho, les enseñamos a nuestros hijos a mentir cuando decimos: "Dile a la abuela que te gusta el regalo, si le dices que no, puedes lastimar sus sentimientos".

Tenemos una razón justificable: no queremos herir los sentimientos de alguien que se ha esforzado a ayudarnos. Sin embargo, todavía estamos enseñándoles a nuestros hijos cómo evitar la verdad. Y de nuevo, esto es normal.

Mentir en los niños no suele ser un problema moral

Yo pienso que cuando los niños mienten sea un problema moral, pero depende de la edad. Por lo tanto, creo que es imperativo no tomarlo personalmente si tu hijo te miente.

De hecho, la mayoría de los niños no mienten para lastimar a sus padres. Mienten para evitar una consecuencia. La parte importante para ti como padre, es abordar el comportamiento detrás de la mentira. Si lo tomas personalmente, probablemente estés enojado y molesto y es probable que no estés enfocando con el comportamiento que lo condujo a la mentira.

Un ejemplo: Digamos que tu hijo no hizo su tarea, pero él te dijo que sí. Cuando descubres que está mintiendo y lo confrontas, él confiesa y explica que estaba jugando deporte con amigos después de la escuela, y es por eso que no hizo su tarea.

Al darte cuenta, como padre tienes que tomar una decisión sobre dos puntos. O concentras en el hecho de que tu hijo le mintió, o puedes concentrarte en el hecho de que no completó su tarea.

¿Por cuál de las 2 decidieras? Cuando se trata de estas situaciones con tus hijos, tienes que tomar decisiones en el momento o posponer la decisión, ¿Cuál crees que sea mejor?

Te recomiendo que concentres en el comportamiento subyacente, “en el que no completó su tarea”. A medida que tu hijo mejore su comportamiento, la razón por mentir desaparecerá.  De ahí en adelante, no necesitará mentir más.

Al contrario, si reaccionas gritándole a tu hijo sobre la mentira, o porque te sientes traicionado o te faltó el respeto, no podrás hablarle de lo importante y tu hijo se cerrará. Y no podrás lidiar con el problema real de tu hijo asegurándose que termine su tarea.

Ten en cuenta, que al estar tu enojado y frustrado por la mentira de tu hijo, no lo van ayudar a cambiar su comportamiento de no hacer la tarea y ese fue el motivo, que lo hizoa mentir.

Así que mentir no es estrictamente una cuestión moral; es un problema de poder solucionar el problema. Mentir es un problema de falta de habilidades y un problema de evitar consecuencias. Tu hijo no miente porque es inmoral; está mintiendo porque no sabe cómo hacer su tarea a tiempo.

Entiende que la mayoría de los niños saben la diferencia entre lo correcto de lo incorrecto, ese es el motivo cual están mintiendo. No quieren meterse en problemas por lo que han hecho, y están usando la mentira para resolver sus problemas.

Eso significa que nuestros hijos necesitan mejores habilidades para resolver cualquier problema y es importante que empieces ayudarle en su habilidad para resolver cualquier problema. Esto se puede lograr con establecer consecuencias efectivas que ayuda a tu hijo cómo resolverlos.

Elige tus batallas: concéntrate en las mentiras serias

Cundo nos dimos cuenta que nuestros hijos estaban mintiendo, empezamos a separar las mentiras serias, de las no serias. Las mentiras más serias pertenecen al comportamiento inseguro, ilegal o arriesgado.

Así que te recomiendo, que elijas tus batallas y te concentres en las mentiras serias.
Por ejemplo, escuchaste a tu hija decirle a su amiga: "Oh, me gusta ese vestido", y luego en el auto, le dice: "No me gustó ese vestido".  Puedes decidir hablar con tu hijo sobre esta contradicción, o puedes abordarlo, si no ocurre frecuentemente.

Pero si mienten sobre algo arriesgado, ilegal o inseguro, debes abordarlo inmediatamente. Pero si se trata de conductas sexuales riesgosas, drogas u otras actividades dañinas, es posible que debas buscar ayuda de un profesional.

Así que elige tus batallas y concéntrese en lo que es importante.

Qué hacer si atrapas a su hijo en una mentira

Si atrapa a tu hijo en una mentira seria, te recomiendo que no reacciones de inmediato. En cambio, envíelo a su habitación para que pueda calmarse. Habla con tu pareja o un amigo o familiar de confianza y elabora un plan. Esto te da tiempo para pensar en cómo manejar la situación.

Recuerda, cuando respondes inmediatamente sin pensar, te puedes arrepentir por tu reacción inefectiva. Así que date un poco de tiempo para planear como tratar la situación.

Al hablarle, no discutas con tu hijo sobre la mentira. Solo menciónale lo que viste y lo que fue obvio. Puede ser posible que sepas la cual fue la razón de la mentira, pero eventualmente, tu hijo podría ponerte al tanto. Nuevamente, indícale los comportamientos que viste.

Ser específico sobre el comportamiento mentiroso

Cuando hables con tu hijo, debes ser específico sobre lo que viste y cuáles son los problemas. Expresa tus intenciones con calma y de manera práctica:

Puedes mencionarle: “Si continuas mintiendo sobre la tarea, esta será la consecuencia”. ¿Recuerdas cuál es la consecuencia cuando te sales en la noche sin permiso?

Recuerda, tiene que ser una consecuencia que vas ejecutar. También mantén tu mensaje simple y entendible por tu hijo. Concéntrate en el comportamiento y pregúntale, ¿Qué ocurrió que hizo necesario mentir?  

Lo importante es que quieres identificar el problema por el que tu hijo estaba pasando, para saber porque te mintió.

Sé directo y específico. La intervención en sí misma debe ser rápida y directa. No lo aturdas con un dialogo largo, porque no te va a poner atención. Especialmente si ya pasaron por lo mismo anteriormente.

Tómate el tiempo para escuchar a tu hijo

Cuando tu hijo está tratando de resolver un problema, es probable que el cree que mintiendo sea la solución. Asegúrate de preguntarle, que es lo que le está ocurriendo. Permite que te explique, escuchándolo.

Inicialmente es probable que tu hijo no esté listo en compartir lo que le pasa.
Puede que no esté lista para hablar contigo sobre esto inicialmente. Por lo tanto, mantente abierto a escuchar cuál es el problema de tu hijo. Es importante darle confianza para que se abra contigo.

Pero si tu hijo no está listo, no lo presiones. En cambio, simplemente reitérale que estás dispuesto a escucharlo cuando quiera hablar. La clave es ser paciente.

Una palabra sobre el pensamiento mágico

Ten en cuenta que los niños y adolescentes son propensos a participar en pensamientos mágicos. Esto quiere decir que tu hijo tiene pensamientos mágicos, cuando se convence de que sus mentiras son ciertas. Esto se da porque tu hijo no quiere creer que es un mentiroso.

Por ejemplo, cuando a un niño lo cachan fumando en la escuela y dice, "No, yo no estaba fumando", aunque el humo todavía está en el aire. Ese es un pensamiento mágico. Lo interesante es que cuando eres niño, crees que mágicamente, si sigues mintiendo una y otra vez, será verdad.

Además, si su hijo cree que le creíste algunas mentiras, comenzará a pensar que siempre le van a creer. Lo peor es que sus mentiras son más frecuentes y absurdas.

Pero es tu trabajo como padre decirle a tu hijo de manera práctica lo que tu siente sobre su mentira. Reconoce la mentira, pero da la consecuencia por el comportamiento, no por la mentira.

Conclusión

Entiende que la mayoría de los niños no van a mentir para siempre.

Por lo general, los niños no mienten arbitrariamente; tienen una razón por lo cual lo hacen,  no importa si está equivocada la razón. Tu hijo sabe lo correcto de lo incorrecto, pero simplemente a veces elige mentir.

Solo recuerda, que tu hijo está tratando de resolver un problema de manera ineficaz. Nuestro trabajo es enseñarles formas apropiadas y efectivas para resolver problemas y entrenarlos durante estos años confusos. Con el tiempo, pueden aprender a hacerlo sin mentir.


5 SECRETOS PARA COMUNICARTE CON TU HIJO ADOLESCENTE


¿Te Frustra Que Tu Hijo No Te Escucha?

¿Te diste cuenta que de repente tus hijos te dejaron de escuchar y no te hacían caso?

Piensa cuando y como te ocurrió por primera vez. Cuando esto te pasa, es muy frustrante y te sientes impotente. Sin querer te hace pensar y te preguntas, ¿Qué hice para que me trate así?

La clave es como responder y si respondes presionando a tus hijos, se pondrán a la defensiva y serán más tercos. Por otra parte, se vuelven reactivos en forma explosiva o se quedan callados o te ignoran.

Cuando ellos están calmados, pueden pensar lo siguiente: Mis padres no tienen idea de cómo me siento o por lo que paso, entonces, ¿cuál es el punto de que traten de explicarme?  Y así, simplemente se desconectan.

Cuando se mantienen callados o explotan, son las dos formas en que tus adolescentes intentan controlar su estrés y defenderse. Debes pensar que esas puedan ser las únicas formas en que tu adolescente sabe cómo comunicarse. Cuando se comunican de esa manera, es cuando las cosas se ponen intensas, y por supuesto, solo causa más conflictos.

Uno como padre se siente frustrado cuando nuestros hijos no te hacen caso. El punto débil de cada padre, es que no tomamos una clase de cómo comunicarnos con nuestros hijos o no tomamos un curso de ventas.

La falta de una comunicación efectiva, empezó desde que empezaste a criar a tus hijos y no ocurrió de la noche a la mañana. Ahora necesitas aprender a comunicarte con ellos, con una mejor comunicación.

Te comparto 5 secretos que encontré y que son realmente útiles para comunicarte con tus hijos durante los años difíciles de la adolescencia.

    1.   Comience con la comprensión, incluso cuando no comprendes

Existe un secreto simple que te ayudará en todo lo que hagas con su hijo adolescente. No importa lo difícil que pueda ser, intenta comenzar todas las interacciones con tu hijo con comprensión, incluso si no estás totalmente de acuerdo o no comprendes lo que ellos están hablando.

Fíjate en este ejemplo: Te encuentras a tu hijo conversando en línea con sus amigos y se supone que debe estar haciendo su tarea escolar. Te vuelves loco porque te pones a pensar: "No le está yendo bien en la escuela y no parece que le importe o entienda que necesita hacer su tarea".

Tu hijo, por otro lado, está pensando: “Tengo que conectarme y hablar con Tony. Si no empezamos a hablar después de la pelea que tuvimos hoy en el pasillo, todas las chicas estarán en mi contra”.

En ese momento, tú y tu hijo viven en dos realidades diferentes. Creo que debes preguntarle a tu hijo,  ¿por qué estás chateando? Intenta comprender su realidad, aunque no la entiendas. Una vez que sepas lo que está sucediendo, intenta decir:

“Entiendo lo difícil que es para ti, cuando tienes una pelea con uno de tus amigos. Pero también sé que debes pasar la prueba mañana. El trabajo escolar es tu trabajo y es tu responsabilidad, ¿no crees es importante que hagas tu mejor esfuerzo posible?

¿Qué te parece si nos sentamos y vemos la mejor manera de que administres tu tiempo esta noche?

Trata de evitar decir, "Entiendo, pero...", lo que simplemente descalificará lo que acabas de decir. Comienza desde un lugar de comprensión e intenta ponerte en el lugar de tu hijo antes de decirle que tiene que cambiar.

“Hablarles con preguntas a mis hijos, fue muy importante para mí, porque evita que sientan que lo estas atacando y a la vez evita una confrontación”

    2.   No te emociones, ni lo tomes como algo personal

La emoción es tu enemigo cuando intentas comunicarte con tu hijo adolescente. Recuerda, que lo que tu hijo dice y hace, no es un reflejo de ti. Puede que no te guste cómo se está comportando, o incluso cómo está pensando, lo importante es que mantengas tus emociones alejadas.

Yo sé que es difícil, pero es muy, muy efectivo y es una habilidad que puedes aprender como cualquier otra. De hecho, comparto con padres que se repitan este mantra antes de hablar con sus hijos:

“Este es solo el trabajo de ser padre. No es personal"

Si te pones a pensar, no hay razón de enojarte con tu hijo por ser él mismo. Puede que esté tomando malas decisiones, pero la verdad es que todavía no tiene la habilidad de ver las consecuencias.

Entonces, tu trabajo, es ayudarlo y guiarlo hacia mejores opciones para que, a su vez, pueda desarrollar mejores habilidades para resolver problemas. Intenta concentrarte en tu trabajo como padre, te ayudará a ser menos emocional. Cuando te sientas frustrado, recuerda, no lo tomes personalmente.

    3.   Has preguntas honestas - Preguntas no cargadas (intencionadas)

Es muy importante hablarles con preguntas a tus hijos. Así sabrás si está aprendiendo y entenderás como se está desarrollando y lo que está aprendiendo.

Tu hijo necesita saber qué crees en él y que le quieres ayudar a salir adelante en su vida. Al hacerle preguntas, comenzarás a desarrollar una verdadera confianza en él. Así que enséñale a resolver las cosas por su cuenta.

No hagas preguntas intencionadas que pongan a tu hijo a la defensiva. Por ejemplo ¿Por qué no puedes levantarte a tiempo? ¿Qué sucede contigo? Estas preguntas te llevan a un conflicto con él y no a la solución.

En cambio, intenta abrir una conversación con: Carmen, ¿tienes alguna idea de cómo podrías levantarte a tiempo?

Si dice que no sabe, ofrécele algunas ideas y pregúntale, ¿cuál de estas ideas se te hace mejor? Hazle saber a tu hijo que sus problemas son suyos para resolver. Dale oportunidad de resolver sus propios problemas.

Pero asegúrate que sienta que estás allí para ayudarlo a encontrar soluciones, que le van ayudar. Es importante dejarlo lidiar con las consecuencias de sus comportamientos.  “Cuando te metes en un problema, significa ser dueño de las consecuencias”

Tu objetivo final es ayudar a tu hijo a pensar por sí mismo. A su vez, lo ayudará a sentir que tiene cierto control sobre su mundo.

Escucha abiertamente lo que te dice y pídele que piense críticamente sobre cada opción. ¿Qué crees que te va a funcionar y cuál será el problema de cada decisión que tomes? ¿Entiendes cuáles serían las consecuencias?

    4.   No "necesitas" el buen comportamiento de tu hijo

No sientas ni le muestres a tu hijo adolescente, como si necesitaras su cooperación, su validación o su buen comportamiento.

Tan pronto como necesites algo de tu hijo y él se pueda sentirse mejor, te puede poner en una posición vulnerable y el sentirá que no necesita dártelo.

Cuando necesites algo de él y no lo obtienes, naturalmente se esforzará más por controlar y manipular. Y tu hijo se volverá más y más desafiante o al contrario, hará caso pasivamente y ninguno de los dos es bueno.

La verdad es que no necesitas a nadie más que te apoye. Puedes con seguridad resolver tus propios problemas. Entonces, si tu hijo está actuando mal, ese es su problema. Tu problema es decidir cómo vas a elegir comportarte con él. Eso está en tus manos, no en las de él.

Pregúntate: “¿Cómo quiero actuar, sin importar cómo él esté actuando? ¿Qué puedo aguantar y qué no puedo hacer? Retira tu poder y dices a ti mismo: "Si mi hijo me está gritando, en vez de hacerlo a que pare, es buena idea darme la vuelta, me alejo y no me engancho con él. 

Hazle saber a tu hijo que no hablarás con él hasta que pueda acercarte a ti amablemente. Aquí está la verdad: cuando no intentas que tu hijo cambie o se comporte bien, podrás pensar en mejores opciones de cómo tratarlo. Y tu hijo será menos desafiante, porque no tendrá a nadie a quien resistirle. Cuando no estás tratando de controlarlo y no reaccionas, tendrá que luchar con el mismo, en ves que con contigo.

    5.   No hagas nada hasta que ambos estén tranquilos

Otra buena regla, es evitar hacer algo hasta que ambos se hayan calmado. Recuerda, que no necesitas responderle a tu hijo cuando estás molesta o cuando el este molesto. Te tomas unos minutos e simplemente no digas nada.

Cuando las emociones se han nivelado, puedes sentarte y hablar con él. Nunca es bueno tratar de plantear un tema difícil o resolver un conflicto tenso del momento. Entonces, si tú o tu hijo están molestos, has una pausa y regresa cuando puedas abordar las cosas de manera más tranquila.

Si intentas conversar con tu hijo y él es grosero o está fuera de lugar, es cuando tienes que aferrarte a ti mismo y asegurarte de que no te dejes arrastrar a una pelea. Si su relación con tu hijo actualmente es tal que es imposible tener una conversación abierta y respetuosa, recuerda que todavía es tu trabajo mantenerte firmemente plantada.

Recuerda de “No acercarte a tu hijo cuando no debes hacerlo”  No importa lo que pase. Si puedes hacer esto de manera consistente, con el tiempo el acoso y el antagonismo deberían calmarse.


    

martes

¿TU HIJO TE MIENTE?: Como manejarlo en los niños


¿Recuerdas Haber Mentido de Niño y Recuerdas Por Qué?

Entender Porque Miente Un Hijo

El comportamiento disimulado y la mentira son algunos de los problemas más difíciles para los padres. Cuando tu hijo miente y se ve sospechoso, puedes sentirte que te traicionó y comienzas a sentirte que es un problema moral. En ese momento puedes empezar a cuestionar su carácter o puedes comenzar a detestar a tu hijo.

Estos son los momentos en que los padres necesitan poder parar y no concentrarte en el comportamiento o no tomarlo como algo personal.

El comportamiento mentiroso y astuto no está bien, pero no quiere decir que tu hijo sea una mala persona. Sin embargo, significa que tu hijo tiene un problema de comportamiento que debe abordarse.

Seamos realistas: muchos de nosotros fuimos culpables de no decirle las cosas a nuestros padres cuando éramos más jóvenes. Quizás mentimos sobre a dónde íbamos o con quién íbamos a estar. Incluso podríamos haber pensado que estábamos justificando en ese momento y se nos ocurrieron todo tipo de razones para explicar nuestro mal comportamiento.

Abordar El Comportamiento Disimulado Cuando Sucede
Cuando atrapes a tu hijo en una mentira o haciendo algo astuto, díselo de inmediato. Recuérdale que el comportamiento es inaceptable y le das la consecuencia. Cuando las cosas estén tranquilas, le habla sobre formas de cómo puede resolver su problema (y más sobre esto a continuación). Cuando se haya portado mal y te hayan mentido al respecto, le hablas sobre el mal comportamiento y que es igual que una mentira.
Si piensas que tu hijo te estada mintiendo y se está escondiendo, pero no tienes los detalles específicos o la escusa completa, les compartes que sospechas de lo que esta haciendo. Dile que le darás un seguimiento y que supervisarás su comportamiento más de cerca.
No Te lo Tomes Personalmente y Mantén La Calma
Tus hijos no son astutos para lastimarte. Cuando tus hijos son astutos, es porque quieren algo o porque tienen un problema que resolver. Pero resuelven problemas de la manera incorrecta y es tu trabajo, entrenarlos para que lo hagan de la manera correcta.
Mantente calmado y enfócate en su comportamiento. Si estás tranquilo, la situación será mucho más fácil de manejar. Incluso si sientes que es una traición personal, trata de evitar estar emocional en la discusión con tu hijo. Simplemente compórtate de una manera profesional y se objetivo y concéntrate en su comportamiento y las consecuencias.
Ten Una Conversación Para Resolver Problemas
A veces debes tener una conversación con tu hijo, sobre cómo debe resolver sus problemas de una manera correcta, una forma que no implique mentir o ser sospechoso.

Entiende que no debes tener esta conversación de inmediato, cuando te enfrentas a su comportamiento sospechoso. En cambio, tómate un tiempo para que tu hijo piense sobre lo que hizo y cómo debe comportarse de manera diferente en el futuro. Esto le dará tiempo para prepararse para esta discusión tan importante.

Lo importante es que también te da el tiempo para calmarte, lo cual es importante porque estas conversaciones deben realizarse sin emocionarse.

Una manera de comenzar estas conversaciones de resolución de problemas, es hacer que tu hijo haga “tarea” con anticipación. Pídeles que piensen en su comportamiento y estén preparados, ya sea verbalmente o por escrito.

Así se van a dar cuenta, en lo que estaban pensando cuando hicieron lo que hicieron, cuáles fueron los problemas con el comportamiento y cómo podrían comportarse en esta situación en el futuro. Siempre es más útil cuando las ideas para resolver problemas provienen directamente de tu hijo.

Cómo Manejar Una Mentira
Sabías que los niños no entienden que tan hirientes pueden ser las mentiras. Sus pensamientos son inmaduros y mienten sin darse cuenta y como sus mentiras afectan a los demás.
Hay diferentes niveles de mentiras con diferentes efectos sobre los demás. Cada mentira requiere una consecuencia diferente y es el trabajo de los padres es reiterar esas consecuencias y ser firmes y consistentes.
Si la mentira de tu hijo parece ser más frecuente y preocupante, puede ser necesario comunicarte con amigos. Pregúntales si saben algo por lo que tu hijo pueda estar pasando.
Hazle saber a tu hijo que estás preocupado y te preocupa su comportamiento y que lo estarás vigilando. No les va a gustar esto, pero debes hacerles saber que te importan. Diles que tienen que ser sinceros contigo. Incluso puedes decirles que como padre es tu trabajo ayudarlos a seguir las reglas en su hogar.
Comprender Por Qué Los Niños Mienten
Entiende que tu hijo sabe que mentir está mal. Pero no importa, de todos modos miente. Pueden mentir porque no saben cómo resolver sus problemas, mienten para salir de una consecuencia porque piensan que es su única opción y porque tienen miedo de las consecuencias.
Si crees que mentir es un problema de solucionar como cualquier otro problema y no crees que sea moral, entonces le puedes ayudar a tu hijo. Puedes compartir estrategias para que pueda dejar de mentir en el futuro.
Lo que nosotros encontramos efectivo, fue abordar su comportamiento y compartirle las consecuencias. Después le ayudamos a aprender diferentes formas de obtener lo que quería, en vez de mentir.
Creo que es efectivo,  tener una conversación sobre cómo encontrar una mejor manera de resolver los problemas que no implican mentir.
Cómo Manejar El Robo
Si el comportamiento sospechoso de tu hijo ha lastimado a otra persona, esto lo debes abordar inmediatamente. Robar es un ejemplo de uno de estos comportamientos que lastima a otros. Si descubres que tu hijo le robo algo alguien, las consecuencias deben ser lo siguiente:
1. Debes hablarle del comportamiento de robar
2. Pedir perdón a la persona que fue lastimada
Por ejemplo, si tu hija sorprendió a su hermano tomando dinero de ella, tu conversación con su hijo debe de ser la consecuencia del robo. La consecuencia podría ser el perder los privilegios electrónicos hasta hacer la paz con su hermana. Luego, debe enmendar a su hermana pagándole
Si tu hijo saca dinero de tu billetera, también está robando. Les dice que el comportamiento es inaceptable y que observarás tu dinero mucho más de cerca.
Si tu hijo continúa robándote, es hora de tratar de averiguar en qué está gastando el dinero. Esto puede conducir a descubrir otros comportamientos que deberán abordarse. Podría haber problemas con las drogas o el alcohol.
Llamadas de Teléfono Sospechosas
Si tu hijo esconde su teléfono por la noche y envía mensajes de texto hasta altas horas de la madrugada con su amiga, debe de haber una consecuencia, porque no creo que deba de estar esto permitido.
Pero recuerda, tú controlas el teléfono, porque estás pagando las facturas. Y debes informarle a tu hijo que ha infringido las reglas del teléfono y que no tendrá el privilegio de usarlo durante un período de tiempo razonable (dependiendo de la edad de su hijo y de si esto es algo único o no).
Salir de Casa Por La Noche
Si tu hijo sale de casa a escondidas por la noche, le debes recordar las reglas referido a escaparse de casa sin permiso y luego considerar el riesgo del comportamiento.
¿Tu hijo de 15 años se escapa de noche, va a la casa de su amigo solo para pasar el rato? ¿O tu hija adolescente se va todas las noches para ir a la casa de su novio donde hay drogas y alcohol?
Algunos comportamientos y patrones de comportamiento sospechoso, son mucho más peligrosos y riesgosos que otros y deben abordarse con más seriedad.
Cuando tu hijo está tranquilo y es un mejor momento para hablar sobre lo que hizo, es útil tratar de averiguar cuál fue la motivación. ¿Fue para estar con un novio o novia? ¿Usar drogas? ¿Tener sexo? ¿O simplemente para pasar el rato con un grupo de niños?
Recuérdales a ellos que el comportamiento sospechoso no está permitido y va en contra de las reglas de tu casa. Tu conversación debe incluir una discusión corta y directa de los riesgos y peligros del comportamiento y su preocupación por la seguridad de su hijo.
Las consecuencias y la conversación deben coincidir con el nivel de preocupación de seguridad. Por ejemplo, si tu hijo estuvo en su teléfono toda la noche y es la primera vez que lo hizo, debes quitarle el privilegio del teléfono. Esto debe durar hasta que cambie el comportamiento.
Si tu hijo sale a escondidas de la casa y se convierte en un patrón, las consecuencias deben ser más serias.
Tener un mensaje consistente sobre el comportamiento disimulado
Dile a tu hijo que mentir y otros comportamientos sospechosos no son aceptables en la familia. Explícale que necesita encontrar mejores formas de resolver sus problemas que sacarle la vuelta a las reglas. Indícale los valores y tus expectativas dentro de la familia.
Recuerda, aunque el comportamiento sospechoso es normal para los niños, no está bien. Simplemente puedes decirles:
“Mentir no es una buena forma de resolver tus problemas. ¿Crees que está bien mentir? No permitimos esto en nuestra familia".
A tu hijo no le gustará cuando lo confrontes con un comportamiento sospechoso. Inicialmente le molestará que lo atrapes o que sospeche de eso. Y definitivamente no le gustarán las conversaciones incómodas y las consecuencias que siguen.
Pero eso está bien. Al hacerlo, estás haciendo tu trabajo como padre. Solo mantén la calma y sé claro sobre el mal comportamiento y las consecuencias. Y luego guíalo a formas más saludables de resolver sus problemas.
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